20-N: ¿nos la jugamos a los chinos o a los europeos?

ALTERIO, ARADIA Y EL 20-N 

- Alterio, ya tenemos que ir a votar otra vez…

- Pues sí, aunque sea el 20-N.

- ¿Y qué más da, Alterio, que sea el 20 o el 21?

- Mira Aradia, tú eres muy joven; pero a los que nos hemos rascado en más de cuatro esquinas nos parece un tanto irónico que se haya escogido esta fecha para participar en lo que se llama, con razón, Fiesta de la Democracia.

- Ya. Lo dice usted porque el 20-N…

- Sí, Aradia. Por eso mismo.

- ¿Y qué piensa hacer usted, Alterio?

- Pues supongo que lo mismo que tú, Aradia. Iré a votar, claro.

- Eso es mucho suponer, Alterio. ¿Porqué piensa usted que yo voy a votar?

- Llevas razón. Cada uno puede hacer lo que le venga en gana después de meditarlo bien.

- Pero no me ha contestado usted, Alterio, que es lo que va a votar…

- Ni te lo voy a decir, Aradia ¿no sabes que el voto es secreto?

- Ande, que lo que le importa a usted eso a estas alturas…

- Y tú, Aradia ¿a quien votarás, si es que decides hacerlo?

- Me gusta más la sonrisa y la corbata de…

- ¡Dejate de rollos, Aradia, que te conozco!. Tú no analizas esas frivolidades para decidir tu voto.

- Era una broma, Alterio. Pero ahora le voy a hacer mi propio analisis con seriedad. La verdad es que todavia no sé que hacer. La oferta electoral no me seduce especialmente ¿a usted le parece atractiva, Alterio?

- Mira, Aradia. Ya son unas cuantas elecciones de todo tipo las que llevo a la espalda y no creo que haya habido ninguna con menos gancho que ésta del 20-N. Una campaña aburrida donde parece que el pescado está vendido desde hace tiempo.

- ¿Usted cree, Alterio? Hay casi 9 millones de indecisos que no saben qué hacer y eso puede ser mucho más pescado en la cesta…

- Y es lógico que haya tanta indecisión, Aradia. Los votos que ya están adjudicados, decididos, corresponden a los fieles de los partidos y que siempre, en cualquier circunstancia, votan a “su” partido. Es como ser del Atleti ¿comprendes?

- Bueno, yo de futbol no entiendo mucho.

- En mi opinión, son esos 9 millones los que se toman más en serio estas elecciones. Al menos los que más reflexionan sobre el peso de sus votos. Y observan que la oferta de los partidos sólo ofrece “artículos” usados; como si fueran coches de segunda mano de los que no se fian porque no conocen la mercancía o porque conocen demasiado bien al vendedor.

- ¿Aquellos locos con sus viejos cacharros?

- Algo parecido. Además hay que añadir las dudas que se les suscitan –a los indecisos y a los decididos- sobre la validez de su voto.

- No le entiendo muy bien, Alterio.

- Mira, Aradia; todos hemos visto caer en los últimos dias los gobiernos elegidos democráticamente por los griegos y por los italianos. En su lugar, los poderes económicos (BCE, FMI, UE, etc) han situado a expertos tecnócratas elegidos por esos mismos poderes y en el que la soberanía popular de esos paises no sólo no ha intervenido en su elección sino que ya han padecido y padecen las consecuencias de la nefasta gestión de algunos de esos tecnócratas que han desempeñado altas funciones de responsabilidad en los organismos citados.

- ¿Quiere decir que las urnas ya no mandan?

- A los hechos me remito, Aradia.

- Y usted cree que esos millones de indecisos se lo están pensando por ello.

La prima de riesgo al poder

- Pues eso parece. Y la reflexión no sólo se limita a los indecisos. Como te decía antes, esta es una campaña tediosa donde los electores han hecho obligatoriamente en los últimos años una diplomatura en Economía, como consecuencia de la crisis que no cesa, para llegar a la misma conclusión que los masterizados y sesudos economistas de Bruselas y Frankfurt. Todos concluimos, como decía con ironía Sócrates en que: “Sólo sé que no sé nada”.

- Pues creo que tiene usted razón, Alterio. Esta mañana, en el Mercadona, en todas las secciones del supermercado no escuchaba nada más que tres palabras: “prima de riesgo”, “deuda” y “subasta”. Y una anécdota con gracia: una señora algo despistadilla en este asunto y que compraba congelados, al serle preguntada por una amiga que si sabía cómo estaba la prima de riesgo, le contestó: “¿De qué Riesgo? No conozco a esa familia ¿son de La Carolina? ¿es que le ha pasado algo grave?”.

- Es verdad, Aradia. Esas tres palabras que has mencionado son TT (Trending Topic) en todos sitios. Pero siguiendo con el tema electoral; ya habrás visto cómo han desalojado del gobierno a Berlusconi en Italia para situar en su lugar a Monti, excomisario de la UE y que entre sus amistades cuenta con poderosos nombres de las finanzas tales como Rockefeller, el Grupo Bilderberg, Bruegel, Coca Cola, Goldman Sachs…

- Eso sí que son buenas amistades, Alterio

- Sin embargo, el dinero no tiene amigos querida Aradia. Monti, como el Alcoyano, ha empezado pidiendo la prórroga que, naturalmente, eso que se denomina “los mercados” no le ha concedido y la prima de riesgo italiana rebasa hoy los 500 puntos. Y es que a los mercados no les basta con los cambios de Gobierno y no confían en la capacidad de los líderes europeos de salir con éxito de la crisis.

- ¿Quiere decir usted, Alterio, que esto no tiene arreglo y que las elecciones del 20-N no van servir de nada?

- Lo que yo digo, sin que sirva de precedente, es que los mercados llevan razón y no podemos confiar en estos políticos europeos que en su momento montaron un chiringuito al que llamaron Unión Europea. La UE se ha desarrollado muy mal políticamente y seguramente estas son las consecuencias.

- Entonces ¿el 20-N?

- Respecto a las elecciones del 20-N, servirían en otro decorado distinto. Todos los paises del euro han entregado una gran parte de la soberanía nacional a esa denominada UE y el margen de maniobra para los gobiernos nacionales es escaso; de ahí la caída de Grecia, Irlanda y Portugal. Italia lo tiene muy complicado y también España. Aquí, de momento ya ha caido Zapatero y ya sabes lo del refrán: “Cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar”.

- Pues Rajoy y Rubalcaba tienen barba también…

- Pues eso. Seguramente habrá cambios importantes en un futuro próximo y en vez de “jugar a los chinos” sean los chinos los que acaben “jugando a los europeos”.

- Y entonces qué hará usted, Alterio.

- Pues un tremendo ejercicio de voluntarismo yendo el 20-N a votar a mi colegio.

Noni Montes

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