Alterio: Lo mas (I)

ALTERIO: LO MAS

(I)

-Buenos días, Alterio. Nos quedó pendiente el otro día lo del INFORME PISA ¿cómo lo lleva usted?

- ¡Estamos trabajando en ellooo! – responde Alterio con un exagerado acento que nos recuerda aquel expresidente del Gobierno español tras su “dilatada” estancia de casi dos horas en Tijuana y que le provocó un grave deje manito.

- Es que el informe PISA consta de 208 páginas, amigo. Un tocho, vamos- remató Alterio.

-Pero podrá usted ofrecernos un resumen para que nuestros lectores puedan entenderlo y no se vayan aburridos de la Revista a otro sitio…

- En eso es en lo que estoy. Mi intención es resumirlo con poco texto, el imprescindible; y con bastantes gráficos. Ya sabe usted que una imagen vale más que mil palabras.

- Claro, pero le recuerdo que nuestros lectores están muy acostumbrados a manejar textos planos sin necesidad de muchos gráficos. Su competencia lectora está acreditada. Por cierto, tengo entendido que este punto de la lectura ha vuelto a ser el área principal del INFORME PISA este año.

- Ciertamente, así es. Tanto lo de sus lectores como lo de la lectura del PISA. Pero ya veo que tiene usted mucha prisa por conocer el INFORME PISA y ya sabe, amigo, que a mí me gusta presentar mi trabajo en las mejores condiciones; pensando precisamente en el respeto que sus lectores me merecen. Asi que haga usted el favor de no acuciarme, hombre.

- Bueno, Alterio; ya empieza usted a mosquearse…

- Si me deja usted, continúo y le comento que mientras acabo el susodicho trabajo, voy a anunciarles a sus lectores y a usted una noticia preocupante que leí el viernes pasado en la prensa (Diario Jaén, 10-12-2010, pág.29). No me preocupó tanto el titular como el subtítulo.

- ¿Y qué decían que le preocupó a usted tanto, Alterio?

- El titular: “La Cámara de Comercio concede la Medalla de Oro a García-Lomas”. Como le decía este titular no me preocupó nada. Cada uno puede hacer de su capa un sayo y de su oro una medalla o una moneda. Lo que sí me preocupó algo más fue el subitulo: “La ciudad acogerá, este próximo año, los cursos de verano de la UJA”.

El García-Lomas al que se refiere el titular es ese que está usted pensando: José Luis Garcia-Lomas, nuestro insigne paisano madrileño, presidente de la Caja Rural. La ciudad que dice que acogerá los cursos de verano este próximo año es Andújar.

-Bueno. Pero no deberia usted sacar conclusiones apresuradas de la noticia ya que pueden inducirle a un error. Ya sabe, Alterio, que la UJA hace otros cursos de verano además de los del Intendente Olavide de La Carolina. Supongo que esa es la duda que le preocupa a usted.

- Supone usted bien. Por eso creo que debería despejarse la incógnita lo antes posible. Vamos a entrar en un año electoral y, siendo las elecciones municipales en Mayo y la celebración de los Cursos Olavide de La Carolina en Julio, la duda debería ser despejada cuánto antes.

-Y quién cree usted que debería despejar la incógnita

- Pues en primer lugar, el concejal de la “cosa”, Antonio Sena. Y en segundo lugar el sempiterno financiero de los Cursos Olavide, García-Lomas. Sena debe aclarar si están programados los Cursos Olavide de 2011, independientemente de las elecciones y de su financiación. Esta última cuestión también debería ser aclarada por Sena con su financiera habitual de los Cursos, la Caja Rural. La noticia deja en el aire estas dudas y algunas preguntas más.

- ¿A qué preguntas se refiere, Alterio?

- Como sus lectores y usted saben, desde hace 11 años vienen celebrándose en La Carolina los citados Cursos Universitarios de Verano Intendente Olavide impartidos por la Universidad de Jaén. Hay gente que se cuestiona el concepto, método y utilidad de los Cursos para La Carolina en su formulación actual. Que debería reestudiarse y replantearse un nuevo modelo más ambicioso.

- Pero los Cursos Olavide están obteniendo muy buena aceptación desde sus comienzos…

- Claro que sí. Cualquier oferta y actuación educacional es siempre positiva; y cuántas más haya, mejor. La utilidad de los Cursos Olavide se cuestiona en tanto que el “valor añadido cultural” que aportan para La Carolina, para la sociedad carolinense, es escasa en opinión de no pocos.

- Pero es que se trata de unos Cursos Universitarios y por su propia definición, universales…

- Claro. Pero, desde la perspectiva que algunos observamos con la boina carolinense sobre la cabeza, la pregunta que nos surge es si la especificidad de los cursos podría hacerse desde una óptica más localizada. Llámela más aldeana si quiere usted, pero es que posiblemente los carolinenses precisan más impulsos culturales de valor como los que pretenden, y seguramente consiguen, los Cursos Olavide. Pero adecuados y estudiados para La Carolina porque esos valores innegables, en su mayoría se escapan, emigran de la ciudad hacia otros lares foráneos. De ahí que muchos se cuestionen los Cursos Olavide en su concepción y aplicación actual.

- El complejo tema de la Cultura…

- Según estas opiniones, los Cursos Olavide en vigor tratan temas muy específicos y especializados. De ahí que la participación, en términos generales, sea mayoritariamente de alumnos extra-carolinenses. Y esta gente se pregunta si tal especialización no debería orientarse a la especificidad carolinense con aportes de valor hacia la industria, comercio y servicios y, en general, para temas de interés intrínsecamente carolinos.

- ¿Y qué propuestas hacen estos “disidentes” culturales a que se refiere?

- Se les puede llamar como se quiera pero, efectivamente, disienten en el concepto de los Cursos porque la alternativa a éstos, su propuesta, al parecer va mucho más lejos y tratan de repensar y refundar la continuidad universitaria en nuestra ciudad. Pero de otra manera, incluida la financiación si fuese necesario…

ALTERIO: LO MAS (Y II)

El lunes pasado, Alterio nos hizo una introducción previa referente a este tema cuya lectura recomendamos para una mejor comprensión sobre el asunto que se trata a continuación.

...

- ¿También la financiación?

- Parece ser que esos disidentes culturales, como usted los llama, se cuestionan muchas cosas…

-¿Por ejemplo?

 -Pues se hacen muchas preguntas a las que habría que dar respuestas. Por ejemplo: ¿Pueden peligrar los citados Cursos Olavide por las circunstancias políticas y/o particulares de los actores financieros?

Y continuan preguntándose: ¿no se podría convertir esta probabilidad en una oportunidad para realizar un proyecto emblemático y de máxima utilidad para nuestra sociedad carolinense tan cambiante de estos tiempos?

- ¿Oportunidad? ¿Proyecto emblemático?

- La gente piensa que la vida, en su aspecto más amplio, ya no va ser igual que hasta ahora ha sido; esto hay pocos que lo duden. Y que en consecuencia habría que prepararse para los nuevos tiempos.

Y vuelven a preguntarse: ¿Podrían pensarse fórmulas imaginativas y participativas que puedan sustituir los previsiblemente escasos medios económicos -y de otra índole- que habrá disponibles a corto y a medio plazo, tanto en el ámbito privado como en el público?

 ¿Podrían en su lugar sustituirse estas carencias con una fuerte movilización social, imaginación, ilusión y con mucho esfuerzo común y tesón?

Aceptando que nuestro futuro ya no está en el ladrillo y que el tejido industrial de nuestra ciudad está claramente debilitado y falto de competividad ante la oferta de los países emergentes. Si aceptamos que, además, las crisis económica y financiera actuales nos obligan de nuevo a cambiar nuestras perspectivas de futuro y, por consiguiente, nuestras formas de pensar y actuar; analizando los cambios que se han producido ya -y los que previsiblemente se producirán en el futuro-, ¿No deberíamos empezar a pensar en poner los medios para continuar adelante con más fuerza y dinamismo?

¿Se podría construir entre todos un nuevo modelo que nos permitiera lograr ventajas a medio y largo plazo?

- ¿Ese nuevo modelo que citaba usted al principio?

- Pero de un nuevo modelo en términos amplios, extensivo a todos los ámbitos culturales, económicos y sociales de La Carolina. ¿Recuerda usted que en una de nuestras entrevistas hablábamos de la necesidad de una sociedad civil fuerte?. Creo que la publicó usted en la Revista con el título: “LA MANZANA Y EL AZAR”. ¿Podría la sociedad civil carolinense acometer un embrión de proyecto sobre ese nuevo modelo?

Y continúan las preguntas: ¿Se podría elaborar una nueva estrategia común, fiable y consensuada que permita la realización de un proyecto ambicioso y útil para la sociedad civil carolinense en general? ¿Un proyecto netamente ciudadano, abierto, independiente, libre y autónomo donde la participación y el protagonismo de nuestra sociedad civil se convierta en la actora y autora del mismo?

Por supuesto contando también con el apoyo consensuado de las fuerzas políticas y de los políticos. En principio, éstos deberían hacer abstracción de su coyuntural condición de administradores políticos y “pensar en ciudadano”. Los políticos de hoy fueron ayer parte de la sociedad civil y lo serán mañana de nuevo. Por ello, éste proyecto deberá superar los ciclos políticos mediante el consenso.

-Me sorprende usted, Alterio…

- ¿Recuerda usted lo que dice nuestro querido doctor Trujillo cuando diagnostica en su obra La Italia de España que “…es desconcertante que siempre en La Carolina esté todo por hacer. ¡Qué gran misterio!”, y continúa “… sueños de reforma mezclados siempre con dificultades extremas…”.

En efecto. La Carolina tuvo como motor económico en su fundación en el siglo XVIII la agricultura y una incipiente industria artesanal para consumo interno. En el siglo XIX fue la minería hasta su decadencia a mediados del siglo XX en que comenzó la industrialización. Y parafraseando de nuevo a Trujillo “en este inicio del siglo XXI, la economía globalizada quiere obligar de nuevo a que este pueblo se reinvente. Y estamos seguros que encontrará su nueva tarjeta de presentación”.

-¿Que este pueblo se reinvente…?

- El desconcierto que dice Trujillo, que provoca inseguridad, deberia ir seguido de las señales de alerta que nos indican que la percepción de la falsa seguridad de otras épocas pasadas sólo fue una ilusión óptica que nos hizo perder agilidad y eficiencia. Salvo alguna rara excepción mal gestionada y peor explicada, instalados en aquel presente se nos vaciaron los proyectos de un futuro anticipado.

¿Podría ser ese ambicioso proyecto apuntado una propuesta para esa nueva tarjeta de visita que dice Trujillo? ¿Podría consistir en ello ese embrión de proyecto abierto sobre el nuevo modelo que persiguiría obtener para La Carolina una nueva identidad propia del siglo XXI?

Para su definición habría que empezar respondiendo a todas esas preguntas e iniciar desde ya un debate con propuestas que habria que perfilar y estudiar.

El hecho de que este proyecto implicara cambios estructurales, no debería asociarse irremediablemente con cambios lentos y prolongados en el tiempo. Sin embargo, ésto reforzaría todavía más la urgencia de iniciarlos cuanto antes e ir más deprisa aunando las voluntades de todos para emprender la necesaria transformación.

-Habíamos empezado hablando de los Cursos Olavide y mire usted por donde vamos ya. ¿Qué más, Alterio?

- Que el cielo sigue estrellado.

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