Las Ferias de Ganado de La Carolina: orígenes de nuestra Feria de Mayo

En la Edad Media, debido a las dificultades que ofrecían las vías de comunicación, se hicieron imprescindibles las ferias. Eran mercados excepcionales de mayor importancia que los que normalmente tenían las ciudades. Los feriantes concurrían a las ferias para comprar o vender sus mercancías y gozaban de la exención de tributos.

Las "posás" se llenaban de tratantes...

Las ferias se celebraban una o dos veces al año y entre las más importantes estaban las de Sevilla en el siglo XIII, Segovia, Valladolid, Alcalá de Henares, Salamanca, Medina del Campo, Talavera, etc.

La Feria ganadera de Mayo de La Carolina también fue en su momento una feria muy importante, una de las más importantes de España, por las numerosas transacciones ganaderas que se hacían.

La Feria de Ganado de La Carolina se celebraba en el Legío (ejido), que era un campo comunal de todos los vecinos del Pueblo, en las afueras entonces, donde solían reunirse los ganados. Era el Legío – actualmente urbanizado con varios barrios de viviendas-, un amplio lugar donde se traían a las Ferias de Mayo toda clase de ganado: mular, caballar, vacuno, ovino, bovino, etc., de toda España.

El Legío, punto de reunión de gentes y ganados...

En esas fechas, innumerables ganaderos traían a sus animales que habían venido para pasar el invierno desde otras zonas más frías a nuestros pastos frescos, a través de los “caminos reales” (*) que, construidos y conservados por el Estado, unían los pueblos de cierta importancia. Sobre todo eran ganaderos de la Mesta que era una asociación de Castilla y cuyo origen se remonta a los últimos tiempos de la monarquía visigótica. También pertenecían a la Mesta los ganados trashumantes de León, Castilla y Extremadura que pasaban el verano en los montes de León y bajaban en invierno a las dehesas extremeñas y andaluzas, sobre todo de Sierra Morena.

Foto: ... después a subirnos en "los sillones" de la Plaza de España

La Feria de Mayo de La Carolina coincidía con el traslado del ganado hacia el norte desde las dehesas de nuestro alrededor.

Ello es, posiblemente, la causa de que nuestra Feria de Ganado fuese de las más importantes de España además de coincidir en el tiempo con otras ferias tan importantes como las de Sevilla en Abril y la de Córdoba a finales de Mayo.

Hay que tener en cuenta por otra parte que, hasta los años cincuenta y primeros de los sesenta del siglo pasado, había una escasa motorización e infraestructura vial. El caballo era un medio de transporte y los “caminos reales” las vías de comunicación para el transporte de ganado.

Era fantástico ver por las mañanas los tratos entre comerciantes; los gitanos eran unos protagonistas muy especiales de la Feria ya que gran número de ellos eran comerciantes especializados, sobre todo en el ganado mular y caballar.

Después, a mediodía, los remates de negocios en las casetas montadas al efecto con cuatro palos y por techado, unas ramas de jara. En éstas casetas se refrescaban las gargantas del polvo y el calor de la jornada que había empezado de madrugada. Y se suavizaban las lenguas del esfuerzo del trato.

Y, finalmente, los críos y los mayores nos íbamos a subirnos en "Los sillones" de la Plaza de España o a hacernos una "foto" en el "caballico de cartón".

Eran, desde luego, otros tiempos...

(*) Los más jóvenes entenderán ahora el sentido de las imágenes de televisión con el ganado pasando cada año por el mismísimo centro madrileño.