Noche de Halloween, de Difuntos y de Santos

12.11.2008 20:49

  No sé si habrán recibido alguna visita extraña, pero la noche del 31, el mundo de los vivos y los muertos entran en contacto (los que celebran también la noche de San Juan deberían poner un hotel) y las almas de los difuntos vuelven a visitar sus hogares, lo cual, teniendo en cuenta cómo está el metro cuadrado y que la mayoría no podemos permitirnos un piso grande, es un problema. Y más si tenemos la suerte de que coincidan las brujas cerca, cuyas reuniones se producen esta noche y el 30 de Abril, y realicen sus aquelarres.

Fotos: Niños celebrando Halloween

 Ésta fiesta no proviene de yankilandia sino que su origen se remonta a los celtas, quienes, para mantener a los espíritus contentos y conseguir alejarlos de sus unifamiliares, les dejaban comida y dulces, lo que ha derivado en el famoso “trato o truco”. Ésta es una de las versiones, hay otra que atribuye tal origen a la persecución de los protestantes a los católicos durante los siglos XVI y XVII; debido a tal persecución se planeó el asesinato de Jaime I pero todo se descubrió por culpa de Guy de Fawkes quien habló demasiado, para mayor inquina se creó una fiesta en la que se visitaban las casas de los católicos pidiéndoles dulces y cerveza. Con la llegada a América, se unió a la noche de Halloween. 
El cambio de estación para los celtas era mágico y el festival a Samhai (dios de los muertos) representaba el último día de la cosecha y el comienzo del invierno. Los druidas de la tribu se ponían en contacto con los difuntos y celebraban todos esa noche.
Los celtas estaban tranquilos en Irlanda hasta que los romanos hicieron su aparición por aquellos horizontes; su influencia no se hizo esperar y la adoración a Pomona, diosa de la cosecha, tampoco. Como eran pocos llegaron los cristianos y para que los celtas dejaran de adorar al diablo, alguien a quien no conocían, intentaron convertirlos sustituyendo tal fiesta por la Vigilia de Todos los Santos o, en otras palabras, all hallow´s eve (el paso siguiente a Halloween pueden imaginarlo). Primero Gregorio III trasladó la fiesta de Todos los Santos al 1 de Noviembre, luego Gregorio IV declaró la fiesta universal con la consiguiente necesidad de una vigilia anterior para la preparación. Gracias a las representaciones que se realizaron, sobre todo por la multiplicación de las misas en el día de los difuntos, recordando la mortalidad (“Danza de la muerte”), se llegó a una fiesta de disfraces que se unió al cotarro. 

Lo único que queda por explicar es el tema de la calabaza. El protagonista de esta historia es Jack O´Lantern, irlandés borracho y avaro que, tras engañar al diablo vendiéndole su alma y haciendo que después no la pudiese cobrar, al morir quedó vagando, ya que ni podía entrar en el cielo ni en el infierno, por un pasillo oscuro. El diablo, que no siempre es tan malo malísimo, le dio un carbón del infierno para que iluminase su camino, poniéndolo nuestro Jack en un nabo que se iba comiendo. Los irlandeses, descendientes de los celtas, tomaron la tradición de ahuecar los nabos y colocar carbón para iluminar para dar la bienvenida a sus seres queridos. Cuando llegaron a América descubrieron las calabazas las cuales eran bastante más fáciles de vaciar (menos mal que la cabeza de Bush no estaba en aquellos momentos por allí).

Artículo de Paul Bitternut 

 

MEIGAS

Las meigas son los seres de la mitología gallega mas populares, son mujeres adoradoras del diablo y que con sus ritos pueden echar maleficios y hacer pociones curativas. Esta superstición obliga a una serie de ritos muy especiales para ahuyentar posibles peligros: guardar una herradura en el hogar, tras la puerta de entrada, o llevar consigo un diente de ajo, una castaña pilonga o varios objetos que libren del mal de ojo u otros hechizos.

 

 

Estas están dotadas de poderes extraordinarios pudiéndose transformar en animales domésticos  hundirnos en el engaño de convivir con ellas sin saberlo.

 

Fuente

 

 

 

NUECHE DE TOLOS SANTOS

 

En la víspera del 1 de Noviembre se sitúa la Nueche de Tolos Santos (Noche de Todos los Santos)

 

Tras la puesta de Sol, las fronteras que separan el mundo de los vivos del de los muertos se difuminan, y nos vemos invadidos por las almas de los antepasados y por los espíritus infernales de la noche.

En la vigilia de Tolos Santos se celebra el Magüestu de Difuntos, que es la recogida y asado de las castañas en el campo, junto a una hoguera. Todos los miembros de la familia se sientan alrededor de la lumbre y tras acabar, las castañas que sobran se tiran al suelo diciendo ¡Esto ye pa que coman los difuntos!.

 

Tras la cena, llega la llamada ronda de las ánimas benditas, que consiste en dedicarles a éstas un padrenuestro. En este sentido, los asturianos del ámbito rural son muy respetuosos con las almas de los antepasados, y así, en el aniversario de la muerte de una persona, se celebra un banquete en su honor, en el cual se deja un sitio vacío, reservado para el difunto.

En la noche de Difuntos se piensa que las almas salen del Más Allá y vuelven por un momento al mundo de los vivos, a remembrar tiempos pasados: Así, se sientan junto al llar (hoguera) y comienzan a conversar entre ellos. Hay que procurar que la llama del llar no sea muy fuerte, pues de lo contrario les podría alcanzar, y no se deben dejar puestas las trébedes, pues los difuntos podrían sentarse en ellas y quemarse. Por la noche tampoco se ha de barrer, pues con ello se les expulsa de la casa, ni tampoco cerrar las puertas bruscamente, no vaya a ser que lastimemos a algún ánima que pasase por allí. Además, los campesinos dejan a sus difuntos su cama para que éstos se acuesten en ella, y llenan todos los calderos y herrerías de agua, para que los muertos puedan beber cuando pasen junto a ellas.

Esta misma noche se encienden pequeñas lamparillas, sobre cazuelas de aceite; y cada una de ellas se enciende por el ánima de un difunto. La primera lamparilla que se apaga indica que el alma por la cual se ha encendido acaba de salir del Purgatorio. Si este muerto no necesitaba esta luz por estar ya en el cielo o en el infierno, la lamparilla arde por la alma más necesitada de las demás.

Por los caleyos (senderos) también deambulan los difuntos y mucha gente coloca en los cruces de caminos calabazas huecas con una cara recortada, que representan el alma de un muerto. Es peligroso salir por la noche en esta fecha, pues por todas partes puede encontrarse uno con la güestia, como les sucedió a unos pescadores de Cuideiru, que vieron desde el mar a esta fantasmagórica procesión caminar junto a la costa.

En la mañana siguiente, las familias van al cementerio a visitar a sus parientes difuntos, a los cuales ofrecen una rama de texu, que les servirá para regresar al Más Allá. Además, en muchas partes de Asturias los campesinos no trabajarán la tierra este día, por respeto y reverencia a los difuntos.

 

Fuente

Sitio de búsqueda

Contacto

Revista de La Carolina @La_Carolina
www.facebook.com/noni.montes
https://pinterest.com/teatiendo/
https://storify.com/La_Carolina
revistalacarolina@gmail.com
+34 668 802 745

Follow me on App.net

LOS ARTICULOS DE ALTERIO

 

 

DIABÉTICOS DE LA CAROLINA

+INFO

Follow Me on Pinterest Seguir a La_Carolina en Twitter LINKEDIN LOGO
      LOGO STORIFY      

 

HOSPITAL VETERINARIO SAN FRANCISCO

ORELLANA PERDIZ

 

 

ASESORÍA BERNABÉU TORRECILLAS

 

LIBRERÍA AULA

LOS ALPES 1924

FEDERÓPTICOS OPTIDOS

MESÓN CASA PALOMARES

MIMO

VOLUNTARIADO CRUZ ROJA