Este no es el momento del adelanto de las elecciones: ¡se debieron adelantar hace 15 meses!

LAS ELECCIONES SE DEBIERON ADELANTAR HACE 15 MESES

Ayer, el Diario EL PAÍS, publicaba un artículo firmado por Juan Luis Cebrián titulado “Esta insoportable levedad”

El prestigioso firmante del artículo que en mi opinión formula una auténtica “declaración de intenciones” del Grupo Prisa, cuyas consecuencias ya empiezan a vislumbrarse, hace reflexiones y afirmaciones como las siguientes:

 “…la crisis no es solo económica, aunque sus efectos sobre el aumento del paro y el descenso de nivel de vida de las gentes sean los más inmediatos y dolorosos, sino también política y de convivencia...” 

“… el país confronta la amenaza de ruina, se desvanece la cohesión territorial y aumentan los conflictos sociales. La pérdida de confianza en la gestión del actual presidente del Gobierno es clamorosa dentro y fuera de España. Es imposible suponer que de una legislatura como la que hemos padecido se derive ya ninguna de las soluciones que los ciudadanos reclaman…”.

“… José Luis Rodríguez Zapatero debe de una vez por todas abandonar su patológico optimismo y renunciar al juego de las adivinanzas. Los titubeos, las dudas y los aplazamientos a que nos tiene acostumbrados son la peor de las recetas para una situación que reclama medidas de urgencia. Su deber moral es anunciar cuanto antes un calendario creíble para el proceso electoral. Solo así podrán los españoles soportar la levedad del ser”.

MI OPINIÓN

Coincido con el analisis de fondo de Cebrián casi en su totalidad. No coincido en la forma, en cuanto a la temporalidad ajustada al fondo del asunto. Así lo manifestábamos en esta Revista en Septiembre de 2.010.

Decíamos entonces que “… una vez producida la crisis, el presidente Zapatero debió considerarnos a los españoles como personas adultas e inteligentes. No debió estar negando durante varios meses lo evidente: la que se nos venía encima… Debería haberse dirigido a los españoles explicando claramente cuál era la situación. Desde la televisión, o mejor, desde el Parlamento, o ambas cosas.

Y continuábamos, “… una vez admitida la realidad de la crisis y de que las instancias económicas internacionales, FMI, la UE, etc.,  presionaron para que el gobierno (de Zapatero) cambiara su política, cosa que quizás había que hacer necesariamente, el Presidente, antes de dar el giro copernicano que dio, obligado por las circunstancias, debió haber puesto la carreta en su sitio y los bueyes en el suyo… Ante las imposiciones de los organismos citados, y otros más, si las medidas que después tomó el Gobierno iban radicalmente en contra de su Programa, de su ideario, el presidente Zapatero pudo y debió hacer dos cosas: una, dimitir. Ello se podía haber entendido como una cobardía y una irresponsabilidad. Dos: en mi opinión la alternativa más deseable, hubiera sido presentar una moción de confianza en el Congreso y que el resto de los grupos políticos se hubieran mojado en las decisiones posteriores que había que adoptar el Gobierno…”

Finalizábamos diciendo que “… con crisis o sin crisis, lo más importante en nuestro sistema es la Democracia. En el supuesto de que le hubiesen retirado la confianza, ya sabe usted los mecanismos establecidos: uno se va a casa y no pasa nada. Hubiese ocurrido que la Oposición tendría que haber aceptado el gobierno de España, cosa que por otra parte, algunos están como locos por hacer. Otra cuestión es lo que ellos hubieran hecho o harán si llegan al poder. Pero la coherencia de Zapatero, desde mi punto de vista, falló al no hacerlo así…”. Extracto de “Alterio ante la huelga”, de fecha 28.09.2010.

Concluimos: las elecciones debieron adelantarse hace ya 15 meses y no dejar que la situación se pudriera hasta el punto que lo ha hecho desde Mayo de 2.010.

Antonio Montes Delgado.