Gays y lesbianas piden que se legisle la maternidad subrogada en España

La Confederación Española COLEGAS de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales pide que se legisle en España el nuevo fenómeno de la “maternidad subrogada” o “vientre de alquiler” para así dar validez jurídica a una realidad social que a pesar de la prohibición legal se está produciendo cada vez más frecuentemente en nuestro país.

30 años después de la aparición de las técnicas de reproducción asistida, se ha producido una auténtica revolución en el mundo de la maternidad quedando en entredicho el famoso aforismo jurídico latino de “Mater Semper Certa Est” que atribuye la maternidad por el simple hecho del parto puesto que se puede implantar el óvulo de una mujer en otra.

Con este tipo de técnicas la realidad social de nuestro país está cambiando, y ha aparecido un fenómeno novedoso denominado “maternidad subrogada” o “vientre de alquiler”, mediante el cual se le implanta a una mujer un óvulo fecundado de forma que se encarga de la gestación y nacimiento del embrión, frecuentemente a cambio de una transacción económica por el servicio.

La “maternidad subrogada” es ilegal o no está regulada en la mayoría de los países del mundo, y sólo pocos países está legalizado como Estados Unidos (en algunos estados como California), Ucrania, Rusia, México, Israel o India, y en otros países como China se practica habitualmente a pesar de estar prohibida. En Europa, sólo el Reino Unido lo permite con importantes restricciones como ser residente, ser familiar directo y sin ánimo de lucro. En Francia se está estudiando una iniciativa para permitirlo sólo a parejas heterosexuales con más de 2 años de convivencia y en las que obligatoriamente la mujer no pueda quedar biológicamente embarazada.

Se trata sin duda de unas técnicas de reproducción asistida que necesitan una regulación jurídica, que imponga una serie de condiciones para llevarlo a cabo, incluyendo la donación de esperma y/óvulos y sobre todo que haga cumplir el contrato de servicios entre la madre portadora y la pareja contratante.

En España al ser ilegal este tipo de maternidad, las parejas están acudiendo a otros países para conseguirlo, afrontando muchos problemas y obstáculos, así como posibles estafas, con grandes cantidades de dinero por medio, sin una total seguridad jurídica, y sobre todo con el resultado final de no poder inscribir a sus hijos como tales en los Registros Civiles españoles u oficinas consulares. Hace un año surgió el caso de una pareja de homosexuales valencianos que consiguió un niño por esta técnica y el Consulado español en Los Ángeles aplicando la legislación española les negaba inscribirlo como hijo. Tras la denuncia pública, las autoridades españolas aceptaron inscribirlo como hijo por el “interés superior” del menor.

“España necesita seguir siendo ejemplo de avances en legislación social en Europa y en el mundo, y ésta es una buena oportunidad de seguir en esa misma dirección y adaptar las leyes a la nueva realidad social. Se trata no sólo de una necesidad social sino de una realidad a la que acuden como última solución para ser padres y madres muchas parejas españolas, ya sean homosexuales o heterosexuales”, ha declarado Rafael Salazar, presidente de COLEGAS.

“La adopción es difícil para las parejas homosexuales en nuestro país, puesto que son pocos los niños en adopción en España, y a nivel internacional la inmensa mayoría de países niega la adopción de niños por parte de homosexuales. Los homosexuales hace tiempo que conformamos familias, no sólo adoptando niños o con niños de anteriores relaciones heterosexuales, sino que las lesbianas hace ya algunos años que se han sumado a un lesbaby boom utilizando cada vez más las técnicas de fecundación artificial. En cambio los gays y las parejas de gays tenemos pocas opciones de experimentar la paternidad, y precisamente esta técnica de la maternidad subrogada puede ser muchas veces la única posibilidad”, ha agregado Rafael Salazar.

“Desde COLEGAS queremos mostrar todo nuestro apoyo a la pareja gay de Valencia que hace unos días ha expuesto su situación, y a todas las parejas que se encuentren en una situación similar. Hay que dar pronto una seguridad jurídica a una realidad cada vez más cotidiana. Mientras no se legisle y para evitar el vacío legal la administración debería posibilitar la inscripción de estos niños como hijos de la pareja”, ha concluido Salazar.

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